Me acompañaste tanto tiempo…
Te elegí para poder pasear con Aquiles, todo lo vinculado a ti lo «tramité» siempre solita, tal cual tus «nanas» que me sacaron canas.
Viajaste tanto conmigo y yo contigo…
Fuiste firme y sólida… y si bien solo sos una cosa material… no fuiste cualquier cosa…. sino una gran cosa en mi vida y por casi diez años.
Recuerdo cuando te fui a buscar al puerto que lloré, o cuando te vi por primera vez y me di cuenta al toque que eras ideal para mí.
Te voy a extrañar… pero estoy tranquila por quien te lleva seguro te va dejar tan divina que perduraras en el tiempo y en recuerdos para otros que vendrán a tu vida.