
Amo las mañanas grises de los fines de semana nublados, que me permiten desayunar en la cama, y quedarme a leer, leer y leer… inspirarme … mirar hacia mi jardín contemplando la naturaleza… sin tener el más mínimo sentimiento de que me estoy perdiendo el día de sol ….
Por lo general suelo finalizar escribiendo lo que termino pensando y sintiendo… en hojas que ni yo misma con los días me entiendo la letra…. pero que misteriosamente sé que reflejan un alto pensar y sentir cuando con el tiempo las miro.
Ese es un disfrute para mi….
Tras haber pasado la locura de la post-pandemia, de la cual no me salvé, pues pese a siempre haber sido una persona que ama estar en casa, tuve esa necesidad de hacer mil cosas afuera, por fin regresé a mi esencia, y mi mayor deleite hoy en día es tomarme días para mi en mi cueva … días que el goce más grande es estar sola y en silencio… ordenando el torbellino de maravillosa y cambiante vida que he tenido hasta hoy, para así ansiar poder darle con ese orden, mayor fortaleza a la que si Dios quiere me queda por delante.