Después de muchas «macanas» me he mandado en la vida … aprendí que de las más grandes cometía era lastimarme a mí misma o a quienes mas quería.
Tras aprender eso -a puro golpe y dolor propio y ajeno- me doy cuenta hoy en día al toque cuando veo en otras personas tener esas mismas actitudes dañinas.
Me dan ganas de movilizarlos y hacerlos reaccionar … pero enseguida caigo en mí y tomo conciencia de que cada uno vive su propia vida, aprende sus propias enseñanzas y tiene sus propios tiempos.
No se es más sabio o menos sabio por aprender … pues puede llevar toda la vida el proceso de aprendizaje … pero si se es sabio cuando una vez se aprende, poder apreciar en el segundo de la vida -darse cuenta- lo aprendido y no querer cometer los mismos errores.