Pasa el tiempo y de forma normal los roperos se trastornan.
Y con ello perdemos la coherencia de los mismos y el buscar la ropa se transforma en algo no tan simple como debería.
Pero llega un momento en que necesitamos tomarnos un tiempo, sacar la ropa, doblarla nuevamente, incluso ver si alguna ya no la queremos o necesitamos, y volver a organizar todo.
Cuesta encontrar ese día, pero cuando se comienza a hacerlo, y ya ni que hablar cuando se termina de hacerlo, la sensación de satisfacción por el hecho de que todo volvió a su lugar es muy alta.
…
Tal cual cuando algo de nuestra vida se desacomoda, somos conscientes, postergamos su orden con la excusa que sea, pero finalmente lo encaramos y reacomodamos.
encarar las cosas y no evadirse de ellas / esta bueno, nos libera ataduras y da paz
y para saber encontrar lo que pueda venir, habra que saber guardar bien lo que hubo de haber
SI