Siempre me ha gustado la idea del “barrio”…
Me gusta conocer a mi cartero, a los jardineros de las casas cercanas, al kiosquero, a los paseadores de perros, a las señoras que barren la vereda …
Y cada vez me he mudado, mi mayor interés han sido mis vecinos, presentarme y desear sean buena gente.
Pienso en San Roque, pienso en Sevilla y mis vecinos se transformaron en mejores amigos, con Navidades compartidas incluso.
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Mis vecinos actuales…
Una me regala pan casero y yo le cuido su perro cuando viaja, y es casi como una consejera de vida, otra me cuida mis hijas, reza por mí, es mi socia … con otro tenemos unas charlas maravillosas, otro me enseña y ayuda a arreglar cada cosa se me rompe en la casa, además como era zapatero ya casi que he aprendido su oficio, y yo le doy ropa le queda pequeña a mis hijas para su nieta …
Con algunos nos unen los perros, con otros las ganas de solucionar problemas, con algunos he compartido charlas en la calle días en las que se ha ido la luz, con otros arrimadas a lugares días sin auto …
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Sucede que a veces las ciudades y sus ritmos generan nos olvidemos de que todos vivimos en barrios, y los vecinos son las personas más allegadas a uno en el diario vivir.
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Tengo un amigo abrió su cerca para que su vecino pasara a su piscina, tengo una amiga que puso una puerta para que sus hijas jugaran con las de la vecina…
Ojala la gente abriera mas sus muros externos e internos… y se diera cuenta que sus vecinos pueden ser sus amigos.