Se mueve tu cuerpo, se mueve tu alma, se mueve tu intelecto, se mueve tu corazón… te mueves tu por dentro.
No todo lo que hacemos genera tanto movimiento interno, pero la vida es maravillosa, y si optamos por todas aquellas cosas que nos generan ese cocktel de movimientos la vivimos mejor.
Ya sea una idea, una amistad, un amor, un hobby, un trabajo, una obra… cuánto mejor si cuando lo “elegimos” es porque nos hace vibrar.
El resto… el resto puede ser conformismo, o atenerse al mundo del deber ser, o ser cobardes y no arriesgarse a perder lo poco que se tiene aun sabiendo que por retener lo que “no es” podemos quedarnos sin lo que “es”.