Una vez al mes voy a unos cafés filosóficos que me alucinan.
Me dejan pensando sobre distintos temas medulares de la existencia, y como la mayoría de las personas que van son estudiantes -con la libertad típica de esa edad- se me refresca el alma… además de que quienes los dirigen son mujeres “buscadoras”.
Ayer hablaban del amor de pareja…
Y me di cuenta cuando regresaba a casa, cuánto había cambiado mi idea de ese amor desde que tenía la edad de la Universidad al hoy en día.
De pensar que el otro era el complemento perfecto y juntos podríamos formar algo absolutamente completo, así como de que exista un único complemento en la vida para cada persona y que solo el mismo podría hacer encontrar la plenitud…
Pasé a creer que el verdadero amor de pareja es el que potencia la existencia del otro, jamás el que la complementa…
Por dos razones, primero porque lo opuesto se atrae pero termina destinado al querer cambiar al otro o al conflicto… y segundo porque no existe lo completo a nivel humano, entonces si se espera esa finalidad aparece la frustración.
Y también pasé a ver que las personas estamos en continuo movimiento y perpetuo crecimiento… y por ello, si no se crece o se muta en la misma sintonía…. el amor de pareja es difícil se mantenga con el tiempo… puede se transforme en otro tipo de amor, pero no el que yo entiendo el amor de pareja…
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Todo esto hablándolo desde la óptica de la razón…
Ya en la orbita de la sin razón… que es donde juega especialmente el amor de pareja… está la MAGIA … que evade la razón.
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Y tal vez dentro de unos años cambié nuevamente mi visión… pero eso no lo puedo saber hoy…