Yo antes “admiraba” a la gente tenaz y perseverante, que se proponía metas y no paraba hasta conseguirlas… pasara lo que pasara en su ínterin.
Pero cambié… hace unos años cambié.
Yo antes «admiraba» a quien no había probado nunca una droga… hoy admiro mucho mas a quien habiendo caído en ellas pudo salir.
Yo antes «admiraba» a quienes terminaban los libros que habían comenzado a leer, ahora admiro mucho mas a quienes dejan de leer libros que no les gustan ni atrapan.
Yo antes «admiraba» a los que culminaban sus carreras, ahora admiro mucho más a quienes tienen la valentía de abandonarlas y comenzar nuevas.
…
Y cambié… porque valoro a los veleros tienen la capacidad de virar cuando el viento cambia y las condiciones ya no son las mismas.
Y cambié… porque valoro mucho más a los veleros han pasado tormentas y tienen sus velas agrietadas, que a los que solo han estado amarrados en aguas calmas.
«Los marinos son caballeros sin armaduras, que cambiaron tormentas por dragones y sextantes por lanzas» (GSL, 1964 – 2….).
Es cierto…
Agregaría: son valientes que no requieren mostrarse hacia los demás, sino solo a si mismos.