Las lesiones requieren de tiempo para sanarse, muchos mimos, cuidado… y sobre todo… muy sobre todo de una actitud proclive a atravesarlas, asumirlas y entenderlas.
No sé si se necesita alcohol, agua oxigenada, hilo y aguja, desinfectante o la mano de un cirujano… no lo sé… supongo dependerá del tipo de tajo o herida…
Lo que sí sé es que el tiempo, el bendito tiempo, hace que la sangre deje de salir, la herida cierre, la cicatriz se mezcle con la piel y aprendamos a futuro a saber caer… o en la mejor de las veces a comprender lo que hay detrás de cada lastimadura… lo que nos deja de enseñanza en nuestra vida.
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A pesar de las tristezas… o gracias a ellas… a pesar de lo que no fue por las razones que fueran… a pesar de los obstáculos… o de los empujones… a pesar de todo lo que opacó por momentos la vida… esta el hoy… circunstancia más que suficiente para brindar.