Mi libertad, mi adorada libertad … de pensamiento, de acción y de omisión, de vestimenta, de intereses, de gustos, de escritura y de objetivos en la vida.
Mi reverenciada libertad te tengo inmersa en mi ser como algo normal pero no sé hasta qué punto es tan normal tenerte en la sociedad en la que vivimos hoy …
Sin quererlo has sido la causante de mis discusiones y problemas frente a interlocutores no libres … y por ende de mis frustraciones y dolores por no lograr hacerme comprender sin renunciar a ti.
Pues bien … mi libertad te elegí y te elijo siempre, dejaría de ser yo misma si no fuera libre, y si bien elegirte me significa perder cosas e incluso no estar sumergida en un sistema pre determinado y por ello a veces parecer marchar a contramano … aun así te elijo a sabiendas que en dicha elección también radica el hecho de que tu estés en mi.