Los ojos hablan cuando las palabras no pueden salir …
Los ojos son más fieles y nobles que las palabras …
Los ojos son el espejo del alma y solamente viéndose a los ojos puede alguien conocer lo que hay realmente en el otro.
Es un tema de ser intuitivo, de estar mas allá de lo que parece ser y volcarse en lo que es.
Claro está que para confiar en los ojos de los otros hay que confiar primero en uno mismo y saberse capaz de percibir lo que hay en los otros.
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Cuando tengo miedo, cuando tengo vergüenza, cuando existen en mí sentimientos tan grandes que no puedo traducir en palabras, e incluso cuando en esa tontería tan propia de mi sexo femenino digo exactamente lo contrario a lo que siento … sé que mis ojos me dejan al descubierto y por eso desvío la mirada para no quedar desnuda en sentimientos delante de los otros.