Podrás firmar un contrato, podrás jurar una bandera, podrás estrechar una mano, podrás prometer en un altar ante un cura, podrás ponerte una alianza, podrás perjurar a una persona lo que sea…
Pero todo es irrelevante si el compromiso no es contigo mismo.
Porque frente a los demás podrás responsabilizarte por la Luna o por el Sol, pero será contigo con quien tienes que comprometerte por ello.
…
Creo que si se es una persona coherente, con valores y con principios, realmente no se necesita ningún compromiso con nadie más allá de seguirse a sí mismo.
Porque incluso ante Dios es innecesario comprometerse, porque Él todo lo sabe sobre nosotros, y por ende nuestro compromiso con Él excede la intensión por centrarse en la esencia del ser.