Las palabras… dicen que se las lleva el viento…
Y lamentablemente es así… pero como toda regla tiene su excepción…. cuando son dichas o escritas con el alma, o por quienes tienen “palabra”.
Pero en la mayoría de los casos… en la gran mayoría…. tanto en las conversaciones banales como en las profundas, las palabras pueden ser muy lindas, decir lo que nuestros oídos quieran escuchar, o lo mismo muy feas y lastimarnos mucho… pero poco valen en relación a los hechos si van por distintos caminos.
Porque es en los hechos, en el mundo de la realidad, en donde ocurren las cosas… por lo pronto la vida, y en el de las palabras solo las intensiones, lo que queremos transmitir a los demás o incluso a nosotros mismos (porque a veces a nosotros mismos también nos fallamos entre lo que hacemos y lo que profesamos), pero no precisamente la realidad.
…
Sean cuidadosos con sus palabras, procuren hacer lo que profesan, y no crean en las palabras de todos, sino solo en aquellas palabras que realmente provienen de personas de palabra.