Esa luz molesta que tanto necesitaba… es que la encendía y hacia ruido… hasta miedo me daba de que hiciera un cortocircuito.
A veces entraba a oscuras en la casa… y casi siempre refunfuñaba contra el electricista que me la instaló hace más de un año…
Y ayer… pues ayer… la voy a encender y ya ni eso…
Hoy apago la general…busco la escalera… y me dispongo a cambiar la bombita…
Pero descubro que no estaba quemada… sino que estaba mal enroscada!
La misma bombita, la misma luz, encendía perfectamente y sin el mínimo ruido.
Ay ay ay… el sentido común que lejos está a veces de uno… y solemos pensar en la parte difícil … incluso en la malas … sin aplicar primero la simple: “poner las cosas en su sitio”.