Vas concentrad@ pero le permites a la cabeza pensar.
De repente una moto te pasa por la derecha a mil por hora… te asusta.
Un sujeto delante tuyo va a velocidad “hombre” en plena rambla… te saca de tu tolerancia, pero más te vale le pases y le olvides.
En un santiamén un conductor se cambia de carril sin señalero alguno, como recordando a último momento debía doblar en ese instante.
Te das cuenta te equivocaste de camino y decides ir al correcto, o desviarte para ir por una calle más tranquila.
Te cruzas con alguien y decides parar para porque bien vale la pena saludarle, a llegar antes a donde piensas llegar.
…
Vas inmers@ en tus instintos, acolchonad@ en tus reflejos… aquellos que te permiten mantenerte en el camino ante los imprevistos, y hacen te adecues a los mismos y a las situaciones fuera de regla, sin perder el control de tu auto…
Sin perder el control de tu vida, en lo que depende de ti… porque la vida es casi como manejar, por eso es conveniente ser un buen conductor, y tener capacidad suficiente para actuar ante los imprevistos.
Muy cierto, la vida es muy similar a conducir un auto.
a que si …