No sé qué me pasa, realmente no sé qué me pasa… pero llevo muchos meses perdiéndolo todo, y encontrándolo todo también…
Llaves de la casa, llaves del auto, documentos de identidad, abrigos, papeles… el lunes hasta un cheque al portador.
Lo más curioso es que antes no perdía nada, y de perder algo jamás me lo permitía, me enojaba conmigo misma, no aceptando esa imperfección propia, porque soy muy ordenada.
Estas pérdidas -todas- han generado me pusiera algo nerviosa buscando, pero tampoco tanto… y las he tomado como un ejercicio mental que me dice «tranquila… tranquila… se solucionará».
Buscándole la explicación… creo es un aprendizaje, no es un mero despiste y no tengo la “cabecita enamorada” (aunque estoy enamorada de la vida desde siempre), entiendo que va por el hecho de que tengo que asimilar algo.
Tal vez el hecho de que es necesario perderlo todo para encontrarlo todo, y no donde es previsible, sino en lo absolutamente impensable y fuera de control.