No te aferres al pasado.
No te aferres a no cambiar.
No te aferres al ayer y lo que pudo haber sucedido pero no pasó.
Ni siquiera te aferras a ti mism@ en lo que fuiste cuando te fue bien.
No te quieras repetir, utilizando la misma fórmula del pasado en el tiempo de hoy.
No te apreses de idénticos comportamientos en tu diario vivir como si todos los días y todos los tiempos fueran iguales. Ni como si las personas quisieran de ti lo mismo siempre.
…
Porque si no te has dado cuenta, todo -absolutamente todo- lo que tiene vida en la Naturaleza es cambio, y tú formas parte de la Naturaleza.
Y si te aferras al ayer y no quieres operen en ti los cambios, no iras de la mano del ciclo vital, te quedaras perdid@ en frustraciones de lo que no puedes aceptar, pero que inevitablemente sucede.
Simplemente date cuenta que el cambio es necesario para continuar caminando, para evolucionar y para crecer como personas en este Mundo mientras se tiene la dicha de vivir.