En el transcurso de mi vida, varias personas sin relación entre ellas, me han asociado con veleros…
Y fueron tantas las veces, que para ser franca hoy por hoy hasta yo misma “me pienso” a través de ellos.
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Aun así… las asociaciones de los demás y las propias… no siempre han coincidido…
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Una vez un novio al dejarlo me dijo “ojala encuentres el puerto que buscas”…
Al momento me dijo eso descifré porque “no me cerraba” él…
No necesitaba ni necesito un puerto, sino continuos destinos, que metafóricamente son objetivos personales me mantienen viva y feliz.
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Otra vez una persona me dijo que al pensar en mí siempre me asociaba con un antiguo velero de madera de buena calidad y altas velas, que tenía todo y no necesitaba nada, que lo único requería era un muy buen viento…
Pero… esa persona no me “veía” aunque creía que si… y a decir verdad hasta me llego a doler ese comentario…
Pues si solo necesitara del viento sería casi autosuficiente con una sola excepción… bastante lejos de mi realidad.
No obstante, me dejó pensando en la imagen de mí daba hacia los demás… pues ese “viejito” me dijo eso lo hizo con buena intensión.
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Un hombre una vez me dijo por primera vez “te quiero” regalándome una réplica de un velero utilizaban los aborígenes del pacifico, que según él era “tal cual yo”…
Al tiempo, me casé con él.
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Hace poco, en una reunión de trabajo, una mujer me señaló que le hacía recordar a un velero en la tormenta y por eso le daba seguridad… que sabía que sobreviviría tranquila sin daños porque me había visto bajar las velas con precisión y alzarlas con fortaleza.
Por dentro mío pensé que era “el” piropo me habían hecho en la vida, por más que viniera del sexo opuesto.
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Realmente si me iban a “cosificar”… nada mejor me podrían haber adjudicado…
Pero yendo a mí…
Aun no descifro el por qué disfruto la navegada mar adentro, más aun si hay olas, y no la paso tan bien y puedo marearme regresando hacia la orilla…
Supongo cuando descifre eso podré entenderme más…