Había estado media hora buscando lugar para estacionar y no había desayunado (casi que el único ritual necesario en su vida)…
Por fin, tras una larga espera y algún cruce de palabras con una enfermera por la demora, la habían hecho pasar y le estaban cuestionando lo que había declarado en un papel.
“Cuando tuviste anemia y por qué?”
“No lo recuerdo y no tengo ni idea la causa. No sé incluso ni por qué lo puse, pero por favor puede dejar de lado el trámite administrativo y pincharme de una vez, que luego tengo que desayunar e irme escopetada a un lugar donde voy a estar nuevamente horas buscando estacionamiento y a las 9:30 tengo si o si que estar en una reunión.”
“Cómo que no te acordas?”
“Tengo mala memoria y es normal en mí la anemia. Y además, supongo probablemente tenga alfa talasemia porque mis hijas la tienen…”
“Como que supones? La genética es matemática y la talsemia no se saltea generaciones. El padre de tus hijas tiene problemas de sangre?”
“No, soy yo quien roza la anemia, le acabo de decir.”
La mujer seguía tuteándola y ella con una poco agradable soberbia tratándola de Usted… no andaba de buen humor y realmente estaba apurada…
“Y sabes lo que significa ser talasémico?”
“Claro que sí, controlar el hierro, no tener hijos con un talasémico y estar impedido de agarrarse malaria… Pero por favor puede dejarme de hacer preguntas que no vamos a llegar a ningún lado productivo en este momento y pincharme de una vez!”
“Para, para… sos muy testaruda y se ve no sabes la función de los glóbulos rojos en la sangre. Tu no podes donar sangre si tenes talsemia, dejame pincharte el dedo solamente y ver el resultado.”
“Es un absurdo lo que dice, he donado muchas veces y aquí mismo unas tantas y nunca me han hecho tanta pregunta… pero píncheme el dedo si quiere.”
“Bajá un cambio, vas muy rápido, estas nerviosa porque tenes a alguien muy querido que necesita esto, verdad?”
“No, es solo que me quiero ir porque estoy apurada, no me gustan los sanatorios y no, no tengo a nadie querido que necesite mi sangre ahora, pero me gusta ayudar y es una forma de hacerlo.”
“La mujer se le ríe en la cara mientras le pincha el dedo, ve el resultado al segundo y con una precisión exacta le dice: “Te falta sentido común y no me importa lo que has hecho o no hasta hora, tu no podes donar sangre, estas en el límite de la anemia y por lo que decís es a causa de la talsemia que casi con certeza tenes. Empeza por ayudarte tu o no tenes prioridades?»
…
Como un balde de agua fría captó en seguida porque esa mañana se había levantado con la necesidad de ir a donar sangre… era porque tenía que recibir ese mensaje…
Ella que tanto habla de la ausencia del sentido común en los demás… in situ a veces lo anda perdiendo.
Y se le vino a la mente una imagen… de una bebé que estaba en una panza sentadita, porque su Mama no encontraba paz para que se acomodara para salir a la luz, pues su Mama estaba con todas sus energías hipnotizada tratando de arremeter contra unos “piratas del mar” de éstas épocas…
Le costó muchos años perdonarse a esa Madre y se impuso a futuro no desviarse…
Pero a veces pasa que nos olvidamos de lo que aprendimos…