Me prestaron un libro, una novela.
Lo que me reí ya solo leyendo la carátula… lo que me identifiqué con el protagonista… lo que me mostró el final…
A medida iba ojeándolo me iba dando cuenta lo que son las estructuras, las propias y las ajenas… y como te carcome la vida el pensar…
Hay ciertas vivencias que no se las puede pensar mucho, porque si se las piensa dejan de ser vivencias y si dejamos de tener vivencias…. somos unos tontos.
Y aprendí…
(…) Sí, siempre aprendo algo… me guste o no me guste…
Aprendí que el sentido común… por suerte… a veces… solo a veces… es el menos común de los sentidos.
Porque hay cosas que con sentido común no se pueden realizar, pero que si se hacen nos permiten vivir momentos felices.