Yo conocí un Caballero que platónicamente, tal vez, se «enamoró» de mí como yo de él… pero como en la vida no todo está destinado a ser… o por lo menos en ciertos momentos… un día en una estación nos dijimos adiós.
Yo conocí un Caballero mediante el cual ví los valores verdaderos plasmados en acciones verdaderas… que no requieren definirse ni palabras… sino que se vislumbran en los hechos y con el devenir.
Yo conocí un Caballero en pleno siglo XXI que me cuidó de él y las batallas que vivía… y por el cual solo siento puro agradecimiento y le recuerdo con honores.
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No es común cruzarse con un Caballero… pero hace mucho tiempo atrás yo tuve el privilegio de conocer un Caballero.