Estoy vestida con una falda negra y una camisa roja de manga corta…
Me encuentro en un hotel donde vengo por primea vez… está recién inaugurado.
Acabo de cruzarme con dos personas apenas llegué y nos han sacado una foto, a una le tengo un cariño y admiración impresionante, a la otra jamás en la vida hasta hoy la vi…
Tal vez venga en el medio de la conferencia un empresario con quien hablé por teléfono hoy por primera vez, al cual quiero “venderle” una idea, por ende miro el celular cada tanto… deseando no me llame e interrumpa por mas interés tenga en reunirme con él.
Estoy sentada con una “nueva” Amiga que es fantástica, ella me guardó el lugar porque hay mucha gente.
Hoy por poco se muere el hijo pequeño de unos amigos, ahora está internado en observación y eso me marcó muchísimo… de repente mirando el teléfono se me ocurre quedar con alguien hace tiempo no veo y nuestra despedida fue puro llanto… no sé cómo haré si acepta verme porque tengo una cena… pero tal vez en el medio… no me gusta cerrar etapas con lágrimas.
Voy a la habitación del hotel y me visto rápido y elegante para la cena… no duermo en este hotel sino en otro, pero aquí se hospeda una amiga.
Termino cenando con quien lloré como una niña hace meses atrás, vestida de cocktail en un lugar perdido, en una conversación ni fu ni fa… una noche de esas que sentís que deberías de haber hecho otra cosa como cenar con los demás… lo bueno es que no hubieron lágrimas esta vez.
Cuando en la noche me acuesto en la habitación de mi hotel…. pienso en todo lo que ocurrió ese día… y también lo que no ocurrió… empezando con el hijo de mis amigos que está perfectamente bien por más que tocó la puerta del cielo… y en ese momento decido cambiarme de hotel al día siguiente… porque quiero estar en “mi sitio del mundo” para vibrar dentro de el…
Al otro día, en mi nuevo hospedaje me cruzo con quien me sacaron la foto el día anterior sin conocer… y obviamente no reconozco… pero termino haciendo las mejores migas con esa persona… y yo recomendándolo a El muchos meses después para dar una conferencia en mi país… que será dentro de unos pocos días.
Pasa un año casi… es decir… un evento anual más de lo mismo.
Estoy vestida con una falda negra y una camisa roja de manga corta… no puedo creer la casualidad de haber elegido la misma ropa que el año pasado para el mismo evento… y me doy cuenta horas después de vestirme, cuando pienso en aquella foto me sacaron al llegar a la conferencia el año pasado.
En este sitio donde estoy hoy, recuerdo que por primera vez escuché a una mujer hablar hace mucho tiempo ya y aún pienso que la conferencia me pareció muy buena pero que le “faltó algo”… curiosamente esa misma mujer habló hoy… y le puso el toque de «eso» que le faltó antes… La vida le ha dado unas vueltas que la han marcado y transformado en lo que es hoy… y como hoy es Amiga se lo digo al final… Ella me mira con lágrimas y yo siento una punzadita en el corazón por ver in situ en Ella que el dolor te hace crecer y evolucionar más que la felicidad.
Al lado mío sentada está mi misma Amiga del año pasado, mas una nueva que es fenomenal, y curiosamente también estamos adelante, pero esta vez fuí yo quien reservó los lugares.
Para mayores casualidades… de quien esperaba una llamada el año pasado, con quien me reuní varias veces este año por causa de mi nueva Amiga, me marcó para toda la vida con sus palabras… y con quien terminé cenando el año pasado, fue con quien desayuné este año antes de ir a la conferencia y nuestra charla no fue para nada ni fu ni fa.
En la noche, cuando regreso a mi casa -porque este evento sí se celebro en mi ciudad- me acuesto en la cama muerta de sueño… pero antes pienso lo entrelazada de la vida… sonrío y calculo vaya a saber la que me espera el próximo año en este mismo evento… en definitiva, todo lo que ocurrió fue un gran fluir de vida vivida… y todo indica así sucederá a futuro.
Las causalidades, el desarrollo de los capítulos, lo imprevisible… los cambios… las causas-efectos… todo evaluado un mismo evento un año después…