Me cansé de decir siempre lo mismo a determinadas personas y que esas personas no me escucharan.
Me cansé de que se obvien cosas pequeñas pero que son las que justamente nutren el Alma.
Me cansé de mi falta de libertad para poder preguntar lo que me incomoda o poder saber lo que necesito saber.
Me cansé de jugar juego ajenos por los miedos impuestos por los demás.
Me cansé de esperar que algunos despierten para poder «ver»… pero que pasara el tiempo sin que ello suceda.