Tenemos los ojos cerrados por más que la verdad esté delante… sí, a veces tenemos los ojos cerrados a la verdad.
Y sí … muchas veces mantenemos los ojos cerrados porque la realidad tiene tanta luz que es preferible no encandilarnos y es más cómodo cerrar los ojos.
Pero sucede que de un segundo a otro «te cae la verdad» independientemente a tu voluntad, ella te descoloca y te dice: siempre estuve aquí… era tu opción verme o darme la espalda, pero existo.
Y en ese momento captas cuan difícil la tenes para reacomodar las cosas entorno a lo que parecía verdad pero no lo era…
Pero supongo que con la verdad manifiesta cualquier cualquier capitulo es más simple de cerrar.
Ergo… la verdad puede ser dura pero es la mejor manera de «despertarnos» y cambiar de rumbo cuando vamos desnorteados.