Me dijeron en la cara dos cosas muy poco agradables.
Con la primera quede casi sin habla y solo me salió una palabra.
Con la segunda hable lo mínimo indispensable.
Y al día siguiente, me dijeron una tercer cosa… que me dejo helada.
Y las tres me provocaron ganas como de vomitar… pero no pude hacerlo.
Y pasaron los días y las ganas no se íban… pero mi cuerpo es sabio.
Y así fue como apareció una tos absolutamente fuerte en mí, que me partía cada vez que tosía, sacando todo de mí.
Y así fue como apareció la fiebre, altísima como no recuerdo haber tenido antes… dejándome absolutamente liquidada en la cama.
Y así fue como me deje cuidar por mi Mamá, volví a ser hija por completo, sin capacidad de decidir nada sobre mí.
Y así fue como me aislé y me centre en mí… el primer día me pase lagrimeando, el segundo durmiendo y el tercero escuchando el silencio…