5:30 de la mañana me despierto… en breve sonará el despertador.
Al rato me levanto, salgo descalza para afuera y veo las estrellas, que rico olor hay en el aire en el medio de la Naturaleza.
6:20 el cielo rojo hacia el este, y yo rumbeando hacia el oeste… bastante rápido… mirando el mar (que nunca me cansa).
Llego a la estación… perdí el ómnibus de las 7:10!… igual consigo otro que “en teoría” es más directo.
Al rato me subo al ómnibus, me duermo divinamente para despertarme en la parada de siempre… pero no bajo allí sino que sigo hasta el final.
Llega el ómnibus veinte minutos más tarde de lo programado, corro y me tomo un taxi, el taxi vuela, el chofer un genio, y llego en hora a mi reunión en la Plaza Independencia.
En la sala de espera me veo mis ropas y no puedo creer como estoy vestida en atención a mis futuros interlocutores… (pero es que yo iba a regresar ayer, y me tentó quedarme a una reunión en el campo y a una cena después)… suerte son hombres porque si fueran mujeres no me harían caso así vestida “las muy brujas de mi sexo”.
Salgo de la reunión encantada, fui con una idea y me voy ilusionada con más ideas y posibilidades.
Camino por la Avenida 18 de Julio y espero en la parada el ómnibus, llega, lo tomo, voy mirando el río, llego a destino, camino seis cuadras rumbo a casa… mientras voy cortando flores de los jardines que asoman a la vereda.
Al rato llego a casa, pongo las flores en tarritos de barro, mando dos correos muy importantes con la concentración requieren, y agarro escopetada mi auto para ir por una de las niñas al colegio y seguir en movimiento… con ella.
De noche me llama una amiga a las 7 de la tarde y me pregunta si quiero ir al cine, me le río y le digo que estoy preparando la cena, para comer inmediatamente y zambullirme en la cama tras lavarme los dientes.
…
No soy nocturna, puedo ser un bodrio para algunas personas…. mis movimientos son diurnos y me importa un comino si la gente me entiende o no…
Tampoco me quejo de mis movimientos porque me gustan y los necesito, así como cada tanto también ansío un día entero varada en mi cueva.