Estamos en una casita, muy cerca una pequeña laguna, llegamos de noche, no hay luna… casi casi que no vemos mucho.
Se escuchan los grillos, las ranas y se ven miles de estrellas en el cielo.
Ponemos la mesa, apagamos las luces, encendemos una vela, nos sentamos a cenar… y de repente mi plato…. que pasa en mi plato???… algo enciende y apaga a pura fluorescencia.
No doy crédito… es una luciérnaga que nos regala su presencia… la tomo con cuidado… la llevo para afuera y le digo gracias por la sorpresa.