Ya no salgo mas a caminar por el barrio… y no sabes la falta me hace ese aire en la cara… pero sin ti… es imposible hacerlo.
Ya nadie me recibe en casa con tu alegría, ni a nadie llamo cuando estoy en la vereda casi por entrar….
Mis buenos días… mis buenas noches… los sobrantes del plato… mi rapidez por ducharme… tantas cosas de mi rutina diaria han cambiado.
Me cuesta sentarme en mi escritorio y mirar para afuera… miro tu esquina… y hasta polvo tiene ya… del vacío de tu ausencia.
Pero… pero… la vida es tan mágica que hace unos días descubrí en el medio de la panorámica de mi ventana unas flores altísimas amarillas, con una presencia grande que iluminan mi paisaje…. rarísimo, pues en los años llevo aquí jamás había visto a las mismas allí.
Como no se nada de flores… solo las que me gustan y las que no, le mande una foto a una amiga y me dijo se trataba de lirios, busque en Internet y lo corroboré… mas sorpresa me llevé cuando descubrí que en la Antigua Grecia los lirios simbolizaban la unión entre los hombres y el mundo de los seres eternos.
Estoy convencida que es la vida que se manifiesta de otras formas… que es tu manera de mostrarme que estas… cuidándonos… mirándonos… atento… como siempre… para siempre.