Vuelos cancelados… a los que uno no hace caso.

Estoy muy ilusionada porque me voy a un sitio con gente divina (empezando desde el vamos).

Pero… me llega un mail diciéndome que mi vuelo está retrasado y me llega otro a las horas informándome que está cancelado… averiguo y me dicen están en paro los aeropuertos en Argentina.

Algo dentro mío me hace sentir que igual tengo que ir escopetada al aeropuerto… y allí voy.

Llego y en la aerolínea viajaba me ofrecen ubicarme en un vuelo de otra aerolínea con destino a Paris y escala en Ezeiza, sin asegurarme que luego podré tomar otro vuelo en Aeroparque hacia mi destino, porque mi segundo vuelo (allí me informan) también ha sido cancelado.

No lo dudo ni un momento: lo tomo, el vuelo cierra en 5 minutos y sé que haber llegado al mismo es una “señal”.

Al arribar a Ezeiza, en vez de actuar a la ligera e irme a Aeroparque, voy a las oficinas de la aerolínea de mi segundo vuelo y me encuentro con un Ángel que me dice que mi segundo vuelo cancelado se ha reprogramado para salir desde Ezeiza y no desde Aeroparque, que ya cerró pero que me acompaña a embarcar en el mismo.

Me siento feliz esperando ingresar… cuando al rato los parlantes dicen que el vuelo se retrasará tres horas y media. Es entonces que pido en Migraciones salir a airearme de ese espacio encerrado que me provoca dolor de cabeza… no me dejan pero me mandan a averiguar en la compañía por si me ayudan… voy a mostrador y nuevamente me encuentro con mi Ángel, la cual me lleva en un bus a la salida y asi es como salgo de Ezeiza, voy al pasto, me siento, me refresco con el aire, contemplo el jardín vertical… hasta que a la hora y media me viene frio y regreso al recinto del aeropuerto dos horas antes de la programada para la salida de mi vuelo.

Me siento en la cafetería de afuera (no ingreso por migraciones porque es muy temprano), cuando al instante corriendo aparece mi Ángel de la compañía aérea para decirme que el vuelo se adelantó, está por salir y que venía por mí para que no lo perdiera.

A los minutos me siento en el avión, con una paz enorme porque no me estresé en ningún momento, y con una sonrisa gigante de agradecimiento.

Yo no sé si esto se llama suerte, o estar donde se tiene que estar en el momento que se tiene que estar… lo que sí sé, es que pensando en positivo y escuchando la intuición se llega a destino en avión cuando te dicen que no habrá vuelos… e incluso desde aeropuertos diferentes.

Acerca de dibujandoconelalma

Este es mi espacio, no obligo a nadie a que me lea, simplemente soy una buscadora, y en esa búsqueda continua tengo necesidad de escribir y compartir mis experiencias e inquietudes con quien las quiera leer, apreciar y disfrutar.
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