Cuando sonó el teléfono supe no eran buenas noticias… lo que presumía mi vecina por lo que me contaba, era evidente no era algo bueno.

Y yo estaba lejos… las vueltas del destino hicieron que pese a haber vivido juntos casi catorce años… su última noche y su última mañana yo no lo saludé… y lo que me pesa mas… en su último respiro yo no le hice un mimo.

Llegué una hora mas tarde de la “que se fue”… aunque fui consciente en todo momento de lo que estaba ocurriéndole mientras ese ómnibus me llevaba a despedirme de el.

Sí, un perro, Aquiles era un perro… para los que no entienden los misterios de la vida puede tratarse «solo de un perro»… pero para los que sabemos (sentimos) que las Almas son independientes a la especie y que Dios las creo a todas con igual amor… no es un perro, es una vida, es un sentimiento….

Y si yo tuviera que definir con una sola palabra mi sentimiento hacia Aquiles diría GRACIAS…. por su amor absolutamente incondicional, por su buen humor, por su manera de cuidarnos, por su forma de ser.

Y hoy me pregunto… A donde Irán las Almas? Donde se encontraran todas?

Va mas allá de mi idea de la religión (que cada vez la siento mas cultural)… sino que esa pregunta sale de mi corazón… y me la “trata” de responder mi parte espiritual… la cual me hace sentir con mucha fe que las Almas buenas se juntan todas… pero no sé donde… ni cuándo… ni cómo…

Bendigo tu Alma Aquiles, bendigo tu existencia y bendigo la alegría de haber podido compartir casi catorce años de mi camino junto a ti, y del tuyo todo… desde que naciste en una protectora de animales en San Roque, desde que te puse el nombre sin elegirte, desde que te eligió Julio para formar parte de nuestra familia… hasta que te dejamos en un bosque repleto de árboles como tanto te gustaban, para que la Naturaleza siga su ciclo con tu cuerpo… y tu Alma se eleve en paz.

…

“Mama hasta cuando duele el corazón cuando alguien se muere?

No sé mi amor… cada día te duele un poquitín menos… pero el corazón duele y hay que dejar al dolor estar para poder atravesar el mismo en paz.

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