Me duchaba una y otra vez, cada semana, cada mes…
El agua salía en cantidades maravillosas, por la ventana casi tocaba las acacias… cómo me gustaba.
Pero al mirar fijo para adelante siempre se detenía mi mirada en la misma frase de aquel barco…. esa frase tan poco asimilable para mi.
Durante todo el tiempo pensé la tristeza se debería de tener para escribirla… y me daba miedo solo preguntar de quién era su autoría.
Y demoré mas de un año en hacerlo…
Y al hacerlo… me llevé…
La fantástica sorpresa de que no solo no la había escrito quien yo suponía, sino que ni siquiera la había visto y se había percatado de su existencia… por mas curioso pareciera.
Y la mas profunda alegría cuando con mucha simpleza me dijeron que la borre si me molestaba… y eso hice.
Para mí… recorrer hacia atrás el mismo camino, jamas podrá ser sinónimo de tristeza… sino de puro aprendizaje, por mas lágrimas hayan habido en el camino.
«Volver el tiempo atrás… el mismo camino, las mismas lágrimas» … desapareció con la goma…. y sacó un fantasma de la casa.