Ya no me dolió más la espalda… ese dolor tan raro que me venía como si tuviera cien años y sin razón…
Tampoco me apareció la ciática…. desde aquel día tan liberador… esa electricidad tan fuerte como dolorosa que me duró tantos días de una manera inexplicable.
Dos veces me chocaron sin hacer nada de nada, de hecho estando estacionada… y ya salió el auto del taller como nuevo.
Me enteré de lo insólito e inimaginable de manera insólita e inimaginable… y si no me hubiera enterado hubiera supuesto lo opuesto.
…
Nada es casual, el destino tiene sus mensajes, y está en uno el saber leerlos.
Y me dediqué a lo que debía y tenía que dedicarme con el tiempo necesario, de manera presente, en silencio, a paso firme y decidido, sin distracciones frívolas ni superfluas, sin dramas sin martirios… y sobre todo sin perder mi norte.
Sí, todo esta relacionado, seria imposible no verlo.
Y las fechas también.
Ayer, hoy y mañana… están íntimamente sintonizados con el ayer, el hoy y el día siguiente de unos meses atrás… pero las circunstancias cambiaron… y sobre todo, Yo misma cambié.