Entre la mediocridad

Y de repente capté a pleno que estaba en un lugar «mediocre», que nunca me gustó… ni su playa, ni sus residentes, ni sus turistas, ni la mayoría de sus construcciones, ni su aire… ni su energía.

Y que justo allí mismo, había vivido una situación «mediocre», completamente surrealista, con una conversación igual de «mediocre», y recordé que en la noche había cenado comida también «mediocre», un asado durísimo y una papa hervida sin sal que por mas sal le puse en mi plato la ausencia de su cocinar sin ella se notaba … y que incluso para sumar a esa «mediocridad», en la noche me había levantado a comer el barquillo de chocolate relleno de dulce de leche que tanto me gusta y hasta el mismo barquillo estaba blando denotando el «mediocridad».

Fui a desayunar, y en armonía con todo lo que sucedía, las tostadas eran «mediocres» (pre hechas) y el café estaba repleto de borra y era fuertísimo, además se me volcó… las cientas de personas estaban de visita en ese mismo sitio también eran «mediocres» en sus pintas y me sentí mas sapo de otro pozo de lo que me suelo sentir en todos los pozos.

El ruido de las voces era un horroroso, por mas temprano fuera, y la luz artificial parecía propia de un estadio de futbol por mas que habían ventanales gigantes y un sol descomunal…

Me sentí tan, pero tan, desubicada…

Pero a la vez no me fui hasta que me llegó el momento… cuando tomé conciencia de la «mediocridad» de todo lo vivido … y de que seguramente tenía que pasar eso, para llegar al punto de que cuando me fui lo hice tras el análisis absoluto -con mente y corazón- de que estaba en mí la opción de salir de “allí”…

Crucé la avenida, puse la cara al viento mirando el mar, se me cayeron unas lágrimas, me subi al auto y tomé un camino repleto de árboles y elevaciones que me hicieron sentir mejor de solo mirarlos.

Y pasaron algunos días,  y muchos kilómetros también… porque debí moverme demasiado… para hoy estar en mi cueva, tranquila, satisfecha conmigo misma, sabiendo que la mediocridad podrá ser moneda corriente del entorno (incluso de las personas de ese entorno), pero si estoy parada en mis pies y en comunión con mi corazón puedo sobrepasarla.

Acerca de dibujandoconelalma

Este es mi espacio, no obligo a nadie a que me lea, simplemente soy una buscadora, y en esa búsqueda continua tengo necesidad de escribir y compartir mis experiencias e inquietudes con quien las quiera leer, apreciar y disfrutar.
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