Y allí estaba yo… mirando por la ventana… a puro rayo el cielo, con una lluvia imponente, con un viento que lo movía todo…
Al lado, un Amigo con mayúscula… y el resto, mayormente personas semi desconocidas… ; mi mente pensaba todo el tiempo cuan distinto iba a ser ese instante al año pasado, o al otro…
Incluso por un momento me invadió el miedo a que mi viniera tristeza, pero me dejé llevar por el buen fluir…
Estaba celebrando el año laboral, en algo vinculado a lo que siempre soñé como foco de mi vida para trabajar…
Y no era casualidad… evidentemente… ni esa lluvia, ni esa tormenta… eran el reflejo absoluto de lo que había sido mi año…
Y sin hacer trampa sino previendo… porque fiel a mis hábitos siempre evalúo la meteorología …. yo ya sabia que así se iba a desarrollar mi noche previa, e incluso mi mañana … con viento fuerte del norte y con tormenta eléctrica… pero que a medida que fuera avanzando la tarde aparecería la calma, el viento del sur, y ya mas en la noche el pampero limpiador que dejaría el cielo celeste, la creciente luna expuesta y el atardecer.
Metafóricamente perfecto, sí todo … y me aislé de mente del entorno social, y mirando por la ventana la impresionante noche le sonreí a la vida, muy agradecida y con esperanza.
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No deja de asombrarme cuan ligada estoy a la Naturaleza en su mayor expresión… y me encanta… porque yo soy Naturaleza… y aun viviendo en la ciudad, me siento en unidad total con ella.