Y descubrís que las corazonadas eran ciertas
Que esas veces tuviste punzadas y no les hiciste caso tenían fundamentos, y lo comparas con las que si, y te decís a ti mism@ que has actuado contra sentido… justo tu que proclamas que lo más importante es el sentido.
Y te das cuenta lo que hubieran cambiado las cosas si hubieras desde el vamos tomado las decisiones correctas.
Pero evidentemente te re-ubicas y te convences que atravesar los errores es lo que te determinó el poder ser consciente hoy, porque solo mediante una altísima introspección se arriba a determinadas conclusiones con uno mismo
Y te das cuenta que debiste perder muchísimas cosas para quedar vacía… en lo afectivo, en lo material, en ilusiones, en proyectos… para recién así poder comenzar un nuevo ciclo, siendo consciente que en el medio, a diferencia de lo que has solido hacer, tenes que reposar.
Y te duele el corazón por lo que sentiste y no pudiste mantener, y te duele el corazón por cada error que no supiste remediar… y aun así tomas conciencia de que eso es vivir, y que son dolores que nos recuerdan cuan vivos estamos, y cuanto de la realidad depende de nosotros mismos.
…
Y esas mismas corazonadas que soles tener, que a veces te espantan y otras te impulsan, a veces te alivian y otras te atormentan… te dicen que hay cosas que no tienen final, que hay historias que están vivas, y que sobre todas las cosas aún quedan muchísimos capítulos por escribir… por lo que seguramente este momento en la vida de tanto análisis, sea extremadamente necesario para poder escribirlos con mayor precisión y conciencia a futuro… conciencia de la verdadera, de la que emana del alma, no del campo de la razón.
Y solo así, en ese vacío que te has quedado, te das cuenta cuan necesarios son los desapegos, para poder a consecuencia de ellos regenerarse (regenerarte).