
Desde niña me fascinan y me atraen los gitanos…
Las mujeres con esas polleras largas…
Los hombres con esos aires de libertad…
Tan bila´ores ellos, tan seductoras ellas.
Sus colores, sus formas tan nómades de vivir, su manera alegre de expresarse en voz alta…
Con el tiempo la vida me cruzo con ellos en dos momentos importantes como mujer, siendo madre de mis hijas, e incluso yo fui madre nodriza de un gitano bebe.
Lo que nunca me hubiera imaginado es que un Gitano vendría a mostrarme, cercana a los cincuenta años, cuanto miedo se alojaba en mí, y cuan desprovista de tolerancia hacia el diferente estaba inmerso en mi inconsciente, al punto que por estar corriendo hacia la perfección de los ideales deje de apreciar lo verdadero….
Yo que hablo tanto de humanidad, quede vulnerable en mi manera menos humana, en mi ego mas profundo.
No se que brujería me hizo ese Gitano, pero mi vida se dio vuelta… y ahora ando errante como una Gitana moviéndome de mi zona de confort.