
Llueve… todas las calles están inundadas …. voy con el auto esquivando charcos… todo desierto…
No pegué el ojo en toda la noche porque estaba preocupada …. y acá ando yendo a buscar a una hija ….
De repente llego a destino, busco un lugar seguro e iluminado para esperar y freno …. pero no solo freno el auto.
Freno la mente … y escuchando las gotas de la lluvia golpear el techo, sabiendo que aún tengo bastante tiempo de espera porque todo se atrasó … me permito lo que hace casi un mes no me permití …
Tanta tensión días pasados, tantos proyectos que me exigen dedicación, tanto trabajo, tanta reunión, tanta “vuelta de la ardilla” para no permitirle a la mente parar …
Veo el cielo, que esta negro, por más que a esta hora debería de verse la aurora, pero llueve tanto que sigue la noche oscura …. y llueve tanto que da hasta miedo estar allí sola.
Y tomo conciencia que dejara de llover, desaparecerá la oscuridad, pasara la soledad de este momento de miedo, de esta noche en vela…
Tal como me pasará a mí.