Cuando ya pensaba que la vida no me asombraría en ciertos campos.
Cuando ya había tropezado tanto que me imaginaba incapaz de poder caminar sin miedo.
Cuando mi desconfianza al futuro me impedía pensar siquiera en mañana.
Fue entonces … allí … sin quererlo ni buscarlo … que apareciste tu …
Y desde ese momento mi vida son sonrisas, mi corazón palpita cuando te pienso, mi cuerpo se siente protegido cuando me abrazas y puedo soñar con mi mañana.
No sé cuánto tiempo durará … ojala que para siempre … pero si sé que mientras dure te quiero vivir.