Me dolía la espalda.
Demasiada tensión de cabeza, demasiada carga física, la almohada que ya no me queda cómoda …
Me rehusé a ponerme anti inflamatorios, tomar pastillas, mucho menos a bajar el ritmo …
Deliré pensando que el dolor menguaría bajo las mismas circunstancias.
Hoy pedí ayuda … me dieron una crema … y ahora me siento más liviana.
No creo por arte de magia el dolor calme, necesitara de días para que mi espalda vuelva a su postura y sintonía … pero no voy a dejarla a la deriva.
…
No vinimos al mundo a cargar dolores, sino a aliviarlos y tratar de que desaparezcan.