Nada es absolutamente “color de rosas”… ni las situaciones más divinas son totalmente perfectas, ni las personas más maravillosas no tienen defectos.

Incluso… qué aburrido sería todo si no existiera lo imperfecto.

No obstante, hay que saber disfrutar de lo bueno, sabiendo que lo malo también existe, aceptándolo con decoro pero no dejando que opaque lo lindo.

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Cuando me cruzo con personas que generalizan en lo malo o buscan defectos en vez de simplemente aceptarlos y convivir con ellos, me genera una sensación de querer “volar”… y para ser franca “cachetearlos” para que reaccionen.

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Hace unas semanas iba muy motivada con algo bien bonito en mis manos, se lo mostré a alguien y lejos de valorarlo busco todas las fallas que pudo encontrar… No es que no existieran pero… qué pena no supo ver el lado lindo y sus lentes apuntaron a lo feo.

Lo siento por él, no por mi … porque el que ve lo malo sin apreciar antes lo bello tiene una mirada agria de la vida que no conduce a ningún sitio placentero.