El Mundo es de los audaces… y de los no audaces también es el Mundo…

La diferencia está en que unos persiguen sueños y apuestan a la vida, y los otros se atormentan con sus sueños y no apuestan a nada.

Y existe el miedo…  pero el miedo existe para todos, el miedo lo tenemos todos, los no audaces y los audaces… porque el miedo es un instinto animal que nos llega con el tiempo para no irse más, y que cuanto más vivimos y más experiencias vamos adquiriendo, él es presencia constante en nuestras vidas.

Pero al miedo hay que aprender a manejarlo, dominarlo con audacia y utilizarlo como un instrumento a favor…

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Al miedo lo reconozco… lo huelo y lo percibo… y quiero vencerlo siempre, pero como sé que no se puede vencer a algo que no tiene fin… recapacito y lo busco como amigo…

Porque he aprendido que puede ser el motor me permite avanzar, cambiar y recordarme que estoy viva … que tengo que tomar decisiones, que tengo que jugármelas, que tengo que comprometerme con ideas, con proyectos, con amores… que tengo que hacer honor a mi vida, con lo que espera de mi alguien superior que para mí es Dios… y que otros tal vez llamen Ala, Buda, o vaya  a saber … porque el nombre no hace a la cosa …

Y tengo miedo, tengo mucho miedo… a lastimarme, a lastimar, a perder, a que me pasen cosas injustas, a equivocarme… Y me lastimo, pierdo y me equivoco, y me pasan cosas injustas, y me duele el alma, y me tengo que curar y levantarme… pero basta un solo mimo de la vida cuando avanzo, para seguir firme en una constante carrera … carrera que debería de asumir más despacio -lo sé- pero que aun no aprendo y voy de prisa… como si se terminara mañana…

Porque una fuerza inexplicable que no sé de dónde sale… hace que el miedo no me paralice jamás… porque tengo un norte… y para trabajar, para comunicar, para amar, para  todo… me las juego por ese norte, con ese norte y hacia ese norte avanzo… y utilizo a mi miedo como el motor para darme cuenta que estoy viviendo.