Estoy en el medio de una laguna que quiero mucho, con dos hombres muy “secotes” que hablan en francés y tres niñas muy simpáticas que creo saldrán volando en cualquier momento.
Tengo una linda sensación de libertad y una panorámica realmente maravillosa… vamos rapidísimo y estoy empapada… me encanta.
De repente… para el viento… se nubla…. pasan los minutos… y el frio me empieza a venir… y a las niñas también.
De repente… regresa el viento pero en otra dirección… y nos lleva para otro lado… observo al que timonea y me mira con cara de que no puede hacer mucho.
Me traigo a la niña mas chiquita contra mi cuerpo… tirita… es tan flaquita… el padre me mira como agradeciéndome.
Cada momento vamos más lejos del origen… y cada momento hace mas frio.
De repente… cambia el viento… y como bólidos nos dirigimos al punto de partida… pasaron horas… pasaron hombres antipáticos que se transformaron en personas “agradables”… y pasó el frio descomunal a una agradable brisa de verano.
…
Navegar es tal cual vivir… todo es inesperado… todo va variando… el tema es no perder la calma ante momentos no planificados… saber tener Planes B y adecuarse a la realidad para pasarla lo mejor se pueda aun cuando las circunstancias no son las apropiadas…