Mi Pandemia

Un día salís de tu casa, dejas todo impecablemente ordenado, cerras la puerta, le pedis a tus hijas que no sea un día mas, y vas a disfrutar la vida del otro lado de las rejas en estos días tan enrejados… pero la dejas a tu perra para que te permita disfrutarlo con mayor libertad.

Luego volves por la carretera, sentís la necesidad suprema de detenerte, bajar del auto, le decís a tus hijas que ese momento requiere un abrazo… miras el horizonte y su cielo rojo.

Llegan, abrís el portón de afuera, deseosa de entrar, estas divinamente cansada.

Abrís la puerta de adentro, y demoras unos instantes en captar que algo raro sucedió, todos los cajones dado vuelta, la puerta que da al jardín del fondo abierta.

Son tus hijas quienes te alarman, porque te has quedado inmóvil, y te dicen que tienes que cerrar de nuevo la puerta.

Actuas bien rápido, porque sentiste la presencia de otros en tu lugar, esperas a la policía, y asumís cada momento de esos momentos que te vienen detrás….

Se van todos, tenes la casa dada vuelta, tenes miedo, pero decidís quedarte a dormir allí y vencerlo, y además, te empecinas en querer arreglar todo lo que puedas.

Descubrís la causa de lo más vulnerable has tenido en la propia casa, para en la medida de lo posible solucionarlo, y los días siguientes te dedicas a hacerlo.

Empieza una limpieza digamos del mundo de los recuerdos, tu que tenes tanto papel y papel de cada cosa y capitulo de tu vida, y tomas la decisión de hacer una limpieza interior, que ya luego alimentará el fuego del inminente invierno… porque le queres rendir una ceremonia a esos mismos papeles.

Te pones al hombro salir adelante…. pero algo en ti cambia… desde la presión de ser el único sostén, la necesidad de encarar atravesarlo rápido, y sobre todo tu propia vulnerabilidad.

Te han llevado cosas valiosas, cosas que necesitabas, cosas que eran caprichos, cosas que te habían acompañado décadas… cosas… pero te han llevado también la sensación de que tu cueva era segura.

Lo único curioso, es que has sentido que quienes han entrado sin invitación a tu casa, por los pequeños detalles que observaste, no tenían maldad, y eso hace que entre tanto nubarrón negro, sientas cierta luz que te hace sentir que incluso en los enredos malos, puede aparecer un toque de bondad, y te genera cierta paz.

Han pasado un mes y un par de días, yo no soy la misma, ese robo me marco muchísimo, me hizo ser más leona, mas madre, y ahora me tiene descansando esa energía imponente que debí poner esos días para encararlo todo

Ese robo me mostro mi avaricia, mi apego, mi sensación de omnipotencia pese a lo que digan los demás, y me hizo sentir cruel por haber dejado a mi perra en casa en un programa que hubiera perfectamente disfrutado ella.

Ese robo me hizo crecer como persona, no me dejó miedo a cuestas, sí ser más cuidadosa…  pero no tanto para el que quiera entrar sin invitación, al cual poco puedo dominar, sino para adentro de mi cueva  con las actitudes que debo encarar en mi vida.

Acerca de dibujandoconelalma

Este es mi espacio, no obligo a nadie a que me lea, simplemente soy una buscadora, y en esa búsqueda continua tengo necesidad de escribir y compartir mis experiencias e inquietudes con quien las quiera leer, apreciar y disfrutar.
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