Hay personas que se quejan por el puro amor al quejarse …
Me cruzo continuamente con ellas.

Siempre me recuerdan un cuento me hizo alguien hace decenas de años sobre un perro que lloraba porque le pisaban el rabo, pero resulta que el perro no se movía de donde estaba, por lo que le volvían a pisar, volvía a llorar y así reiteradamente … y lo curioso era que su rabo estaba justo donde bajaba la silla hamaca de una persona.

Uno es dueño de su destino en gran parte, y en esa proporción uno puede cambiar las reglas de juego.

Lo que sucede es que para muchos resulta mucho más fácil quejarse, llorar y continuar quejándose, que moverse del sitio a fin de encontrar un encontrar un lugar mas pacifico.

Es ilógico con el vivir, pero cada día me convenzo más de que hay un gran numerod e personas de ese tipo y esa es una de las causas de que hayan tantos amargados por ahí.

Realmente entiendo que la frustración de esas personas en primer lugar es con ellas mismas por no sentirse capaces de cambiar. Y me duele por ellas, pero no puedo hacer nada al respecto…