En mi vida tuve muchos ángeles que han caído del cielo para apoyarme en los momentos más locos o difíciles, solitarios o complicados.

Creo que por suerte siempre los he identificado y me he dejado proteger y querer por ellos.

Me vienen a la mente ángeles en Ciudad del Cabo, en Madrid, en Tánger, en Sevilla, en San Roque, en Asís, en Fátima, el otro día en La Barra … personas que aparecieron en momentos de soledad para decirme cosas claves o darme una mano importante o incluso un abrazo y hacerme darme cuenta de que no estaba sola y que el dolor y las dificultades son pasajeras con actitudes positivas …

En mi creencia tan personal de Dios siempre sentí que es la mano divina que me los manda.

Y realmente solo espero algún día ser yo el ángel de alguna persona como tantas personas lo han sido conmigo … aunque tal vez ya lo he sido sin darme cuenta …

Me siento muy agradecida por ellos y creo incluso que como vienen en momentos de angustia en los que mis sentidos están más agudizados ya los he aprendido a reconocer apenas aparecen.

Pues no se requiere ir a cursos ni hacer meditaciones para encontrarse con ellos, eso lo hace la gente que no los puede ver y que busca en lo misterioso lo que está en la vida misma, solo hay que saber sentirlos, abrir los ojos y dejarse salvaguardar por ellos.