Determinados hábitos conllevan una enormidad de información con respecto a la manera de ser de las personas.

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Hay personas que se levantan siempre a las prisas… van pasando los años y su capacidad previsora de despertarse antes -para no hacer todo a las corridas- parecería no existir, o les resulta indiferente.

Hay personas que simplemente no les altera el no desayunar.

Hay quienes desayunan café instantáneo, hay quienes encienden la cafetera…

Hay quienes comen galletitas, hay quienes ponen tostadas en la tostadora…

Hay quienes desayunan parados, hay quienes desayunan sentados…

Hay quienes comen/toman algo frio, hay quienes comen/toman algo caliente…

Hay quienes el olor del desayuno les estremece los demás sentidos, hay quienes ni les va ni les viene captar dicho olor…

Hay quienes abren las ventanas/persianas/cortinas/postigones para desayunar, hay quienes lo hacen con ellos cerradas…

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Disfrutar del desayuno, disfrutar del olor del café y de las tostadas, disfrutar del momento del desayuno… habiendo previsto tiempo para disfrutarlo, aunque eso signifique levantarse de la cama cuando aun no ha salido el sol…