
Por primera vez en la vida no puedo decir nada… porque no estoy preparada para hacerlo, ni deseo hacerlo…
Por primera vez en la vida no quiero poner en palabras lo que no tiene palabras, buscando órdenes imposibles…. porque lo que es puro sentimiento… no tiene palabras.
Por primera vez en la vida opte por no mover ni un musculo, y mucho menos juzgar …
…
Dudas e inseguridades me han venido de a miles, como una lluvia torrencial… pero de una forma misteriosa (que tal vez se llame haber evolucionado como ser humano), me di cuenta que no me suman, por lo que elegí quedarme con la seguridad de lo que sí es certero, lo mío… y eso sí me vale, me suma, me dignifica, y me hace agradecer…
El resto… lo que no depende de mí … el resto… es tan imprevisible, tiene tantas aristas, y esta tan fuera de mí que no tiene ni sentido dedicarle ni tiempo, ni saña, ni dolor, ni ilusión … ni nada.
Y cuando extraño… cuando escucho canciones… cuando me doy tiempo para contemplar … me reconforta pensar que en esas sincronicidades de la vida… en los pensamientos existe la posibilidad de que las almas se encuentran, se abrazan y trascienden.